Aunque puede ser frustrante al principio utilizar nuestro CAP, para poder adaptarnos es importante saber cómo evitar las mascarillas incómodas y otros problemas frecuentes.
A la AirFit N10 de ResMed, así como a la mayoría, debemos reemplazarle el arnés cuando esté muy desgastado, también la almohadilla cuando presente fugas de aire.
A la AirFit N20 de ResMed, como a otras mascarillas, podríamos reemplazarle el arnés cuando éste se desgaste o la almohadilla cuando empiece a tener fugas de aire.
A la AirTouch F20 de ResMed, como a otras mascarillas, le podríamos cambiar la almohadilla cuando empiece a presentar fugas de aire o el arnés cuando ya esté muy desgastado.
Existe una variedad de mascarillas de CPAP. Algunas tienen almohadillas nasales que se colocan debajo de la nariz con correas que abarcan menos parte del rostro y suelen ser más cómodas.
Las mascarillas nasales combinan el diseño minimalista de las mascarillas de almohadillas pero con una mayor cobertura sobre la nariz. Regularmente se opta por este tipo de mascarillas cuando la presión promedio que requiere el usuario es mayor de 12 cmh2O.
La oronasales, son mascarillas de rostro completo abarcan la nariz y la boca, y tienen correas que se estiran cruzando la frente y las mejillas. Las mascarillas de este tipo pueden hacer que algunas personas sientan claustrofobia; sin embargo, son adecuadas si prefieres respirar por la boca mientras duermes. Además, se ajustan de forma estable si te mueves mucho mientras duermes.